affiliate marketing Costa da Morte Infinity: Turismo

Turismo



Este tramo de litoral coruñés, UN LUGAR ÚNICO Y ETERNO

Casi cuatro años después del naufragio del Prestige, este tramo de litoral coruñés, uno de los más afectados por el fuel, sigue siendo un lugar especial. El azote del viento, un mar que los romanos llamaron tenebroso y su abrupta costa mal comunicada, ha mantenido a sus habitantes lejos del mundo exterior. Esto está cambiando y son muchos los que, atraídos por la belleza del lugar, han instalado aquí su vivienda de temporada. Descúbrela tú también.

De Camelle a Fisterra: magia de leyenda Duerme en una casa marinera, come lubina en la playa y contempla cómo se pone el sol en el fin de la tierra.

Comienza el recorrido en Ponte do Porto, a 10 minutos de Vimianzo (en la C-552, que une A Coruña con Fisterra). Su puente medieval le da apariencia de aldea centroeuropea. Sigue la ruta por los molinos del río Grande y haz una visita a su curioso Museo Etnográfico (981 73 09 98. Gratuito. Hay que concertar la visita). A partir de aquí comienza el espectáculo del mar. A 5 km te toparás con las aldeas marineras deCamelle y Arou. La primera se hizo célebre gracias al alemán Manfred Gnadinger, que instaló su casa junto al espigón y decidió hacer arte con las rocas y los objetos arrastrados por el mar. Su final es de sobra conocido: el fuel del Prestige arruinó su obra y el artista murió, dicen que de pena, un mes después. Su legado se trasladará en breve a un museo de la localidad.

ENCAJES Y HÓRREOS Camariñas concentra su encanto en torno a su fachada portuaria, donde se suceden las tiendas de mantelerías y paños de su famoso encaje de bolillos (aquí se produce el 90% de toda España). Verás a las palilleras tejiendo a las puertas de su casa. Los precios oscilan entre los 10€ de un pañuelo y los 700€ de un mantel. Los encontrarás en María Julia (Cantón Miguel Feijoo, 12) o en Gelina (Av. Ambrosio Feijoo).

Para dirigirte a Muxía, al otro lado de la ría, debes pasar denuevo por Ponte do Porto. La playa de Lago, cerrada por un delicioso pinar, es de las más concurridas de esta costa. La villa de Merexo te conquistará por su combinación de hórreos fisterráns (con pies de piedra) asomados al mar. Uno de los más largos de Galicia, de 27 m, lo puedes ver en Ozón. Y, en Moraime, contempla la portada principal de su hermosa iglesia románica, inspirada en el Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana.

Al contrario que en Camariñas, Muxía mantiene su antiguo encantoarquitectónico en las callejas traseras a la fachada marítima:casas marineras, de cantería y patín (escalinata exterior). En él puedes comprar los títeres que hace Vicki Rivadulla, inspirados en seres mitológicos gallegos. A 20 metros, dáte un festín de buen pescado en Marujita, con mesas largas para compartir. Muxía aún conserva dos de los viejos secaderos de congrio de la comarca. Uno de ellos, en el paseo que va al santuario de A Barca. En este templo, parada de los peregrinos que acaban camino enFisterra (Finisterre), se le apareció la Virgen al apóstol Santiago. Dos grandes rocas frente al mar simbolizan la nave en la que llegó el santo: la pedra de Abalar (la barca) y la dos Cadrís (la vela), que sana los dolores renales a quien pase nueve veces bajo ella.

Muxía


Faro de Fisterra (O Fin do Mundo)